Reporte

Se ha confirmado la existencia de un nuevo animal. Es, según los psicólogos zoológicos, tan sagaz como un tigre y tan atractivo como el cachorro de un san bernardo. Se alimenta, de acuerdo a los nutriólogos animales, de memorias, deseos y acciones humanas. Los doctores y científicos que lo han analizado a lo largo de siete años, veintitres días, diez horas, veinticinco minutos y treinta y ocho segundos, aseguran que el animal crece a medida que va comiendo y que siempre tiene hambre.
Al principio no tenía identidad, asegura Georgette Samsó, pero poco a poco fue adquiriendo la identidad de todos los seres humanos en el mundo.
La secretaría de defensa nacional de los Estados Unidos de América ha clasificado a este animal como un peligro tipo dos. Esto se debe a su capacidad de atracción y retención humana, que si bien no causa daños físicos inmediatos a los hombres, no se han probado sus efectos a largo plazo. Además, siempre han tenido especial atención a aquello que crece de manera tan espontánea.
Esta especie surgió justamente en Estados Unidos, pero gracias a su capacidad de adaptación y al hecho de que hay seres humanos en todo el mundo, pudo expandirse. Primero a Europa y después al resto del mundo.
Así como del resto de los animales, el ser humano se ha aprovechado de los grandes beneficios que esta nueva especie conlleva. Principalmente se ha deshecho de los recuerdos y pensamientos que lo agobiaban tanto, dotándolo de una nueva ligereza de pensamiento.
Este animal es, en definitiva, doméstico, y pueden vivir en grandes grupos sin causar grandes problemáticas. Lo que es un hecho es que una vez que se adopta uno de estos seres, es muy difícil deshacerse de él, principalmente por la necesidad que se crea, según William Whathaby, de poseer todos sus beneficios.